PREGUNTAS FRECUENTES

No te quedes con dudas

¿EN QUÉ ME PUEDE SER ÚTIL VENIR A CONSULTA?

Las personas suelen acudir a consulta por uno o varios síntomas psicológicos. Un síntoma se puede definir como una conducta, pensamiento y/o emoción, que nos genera un malestar persistente que nos impide realizar nuestro día a día, tal y como lo hacíamos antes de la aparición del síntoma. Tienen un carácter involuntario, es decir la persona no puede controlar la aparición y desaparición del síntoma.
Ejemplos de síntomas psicológicos son: tristeza frecuente, incapacidad de experimentar placer/interés, baja autoestima, ansiedad, pensamientos negativos, anticipar consecuencias catastrofistas, etc.
Como es natural y adaptativo, la persona intenta resolver los síntomas con sus propios medios. Si estos medios fracasan, es cuando es recomendable pedir ayuda psicológica.

¿SÓLO ME BENEFICIO DE LA PSICOTERAPIA SI TENGO SÍNTOMAS PSICOLÓGICOS?

No. También se puede acudir a consulta para un crecimiento personal. Hablo de crecimiento personal como una forma de prevención de un mayor malestar futuro y como una oportunidad de enriquecimiento de nuestro mundo mental. Con frecuencia, incluso a los psicólogos, se nos olvida que la psicoterapia es una gran herramienta de autoconocimiento, no solo destinada a la eliminación de síntomas.
En el tratamiento, conseguirás aprender herramientas psicológicas y aumentar habilidades psicológicas como la metacognición y cognición social. Te animo a que puedas leer un poco más sobre estas habilidades en la correspondiente entrada del blog.

¿LA PSICOTERAPIA SÓLO SIRVE PARA EXPRESAR Y VENTILAR LAS EMOCIONES?

Uno de los mayores mitos sobre acudir a realizar un tratamiento psicológico, es que el tratamiento es beneficioso porque “sacas todo lo que tienes dentro”. Es lo que técnicamente se llama catarsis. Involucra más elementos, por sí misma no es beneficiosa. Se puede utilizar en un inicio para posteriormente, centrar la atención sobre los temas más importantes para la persona. Entonces, de esta manera elaborar decisiones y generar cambios en el día a día.
Cuando comienzo el tratamiento con un paciente, insisto en que el tratamiento se basa en la acción. Está sustentado en la palabra, pero necesariamente pasa a la acción. Es decir, con el ritmo necesario, para cada persona, le voy proponiendo “experimentos” fuera de la sesión, que ayudan a superar los problemas por los que vino a psicoterapia.