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¿Es lo mismo estrés y ansiedad?

Foto del escritor: Francisco IruelaFrancisco Iruela

Definición de estrés


En muchas ocasiones se utiliza estrés y ansiedad indistintamente. Hay también quien habla de “nervios”. Hay matices que me gustaría destacar.


Los animales, incluido el ser humano, ante una situación amenazante activan la respuesta de estrés que da lugar a 3 patrones básicos de respuesta conductual: lucha, huida o petrificación. A lo largo de la historia, la respuesta de estrés nos ha ayudado a la supervivencia como especie.


El neurocientífico S. Maier distingue dos tipos de estrés: eustrés y distrés.

El eustrés es la respuesta adaptativa ante una “amenaza” que tenemos que afrontar. El problema es vivido como un reto, tenemos la sensación de control y el resultado es beneficioso. De esta manera, aumentamos la confianza en nosotros mismos por el éxito que esperamos obtener. Un ejemplo puede ser un vendedor de seguros que le queda un objetivo por cumplir en el mes, para recibir un dinero extra a su salario. Este eustrés fomenta un incremento de esfuerzo, una respuesta física y psicológica que focaliza su atención en alcanzar dicho objetivo. El trabajador ha percibido “la amenaza” como un reto. Siente que puede conseguir el objetivo, que es alcanzable.


El distrés es la respuesta disfuncional cuando la situación se percibe como no controlable y no se concibe otra opción disponible. Es el estrés al que solemos hacer referencia popularmente. Por ejemplo, si ese mismo vendedor de seguros percibe el objetivo como imposible de alcanzar cada mes, la respuesta de nuestro organismo será una alta activación física y mental lo cual dará lugar a un gran malestar. Es decir, el vendedor podrá sentir rabia hacia esos objetivos, dificultad para dormir, dificultad de atención, tristeza. El distrés le afectará en gran parte de las áreas de su vida, no solo en su trabajo.


Frente a la situación que debemos afrontar, el estrés sigue lo que se llama una “U” invertida. Alcanza su punto óptimo con cierta liberación hormonal, pero si estas exceden este punto se vuelven perjudiciales. Una gran liberación de estas hormonas como glucorticoides (principalmente cortisol), noradrenalina y adrenalina asegura distrés, llevando al fracaso en el afrontamiento de la situación.


Imaginemos que esta persona con un alto nivel de distrés sigue en este trabajo. Su estado le llevará a un estrés crónico, lo cual es caldo de cultivo para desarrollar trastornos psicológicos relacionados con la ansiedad y depresión.


La evidencia científica muestra la importancia de la evaluación el sujeto realiza. Es decir, según la persona y sus vivencias, la situación se percibirá como más o menos estresante. Uno puede ser vulnerable o resiliente al estrés, según su personalidad y red de apoyo.



¿En qué se diferencia de la ansiedad?


La respuesta de estrés se desarrolló a lo largo de la evolución del hombre, cuando nuestras amenazas requerían actos físicos propios de atletas de élite. Sin embargo, ahora mismo nuestras amenazas tienen un carácter psicológico y emocional, y no suelen requerir una respuesta física exigente (al menos en occidente). No obstante, la respuesta biológica es la misma, prepara el cuerpo para la acción. Ese exceso de energía puede provocar esa sensación de ansiedad.


Que sea un estrés adaptativo o no, depende de la gestión psicológica que tengamos. Cuando no solucionamos la tensión que nos ha ocasionado el estrés, podemos hablar de ansiedad.


La ansiedad es la manifestación más común de sufrimiento. Si atendemos a la RAE, “la ansiedad es un estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo” mientras que el estrés según la RAE es la tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves.


Dos elementos principales de la ansiedad son la hipervigilancia y anticipación negativa. La hipervigilancia hace referencia al estado de alerta permanente. Puede ser concreta hacia una situación o generalizada a otros contextos y estímulos. La anticipación negativa está muy relacionada con la hipervigilancia. Se puede definir como una predicción futura acerca de una situación o varias, con consecuencias catastróficas para nosotros mismos u otros.


La ansiedad, aunque puede ser un estado puntual, la observamos mejor cuando se cronifica. Si sientes que vives continuamente estresado, puede no deberse a que estés continuamente expuesto a estrés si no que la ansiedad te lleve a valorar la situación como amenazante o estresante.


Lo más relevante para diferenciar el distrés de la ansiedad es la duración del malestar y la intensidad del sufrimiento cuando el problema no está presente o no es inmediato. La valoración de la situación como no controlable y no aceptar la falta de controlabilidad, hace que la respuesta de la persona genere distrés. A su vez, si la situación se presenta en repetidas ocasiones aumentará el distrés. Puede que también se den otras situaciones estresantes vividas negativamente. Es entonces cuando aparece la ansiedad. Imaginemos que no logramos solucionar las situaciones y la ansiedad permanece. El estado ansioso, debido a la hipervigilancia y anticipación negativa, fomenta la aparición de otras situaciones vividas como distrés, lo cual aumenta a su vez la ansiedad. Quizás en un momento anterior, esas nuevas situaciones no serían vividas con malestar, con falta de control, pero la ansiedad por sus características predispone a la valoración negativa. Este proceso sume a la persona en un círculo vicioso donde es difícil ya separar el distrés de la ansiedad.

Si se observan los diversos diagnósticos psiquiátricos, todos, presentan ansiedad como síntoma principal o secundario. Es el síntoma más común a nivel mundial y todos en mayor o menor medida lo viviremos intensamente en algún momento de nuestra vida.

El campo de la ansiedad pertenece al mundo psicológico, a los significados personales que damos a las situaciones. En la Psicoterapia, se trabajan los significados personales que promueven la ansiedad y el círculo vicioso que la perpetúa.


¿Qué son los significados personales y cómo influyen en la ansiedad?


Los significados personales son pensamientos, emociones y sensaciones corporales asociados a la experiencia, a nuestra historia personal. Cada modelo psicoterapéutico ha definido de una manera diferente estos significados personales. Pero todos están de acuerdo en que los síntomas psicológicos (entre ellos la ansiedad) tienen una relación fuerte con los significados personales que atribuimos a nuestras experiencias.

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